La ciudad de Viena se convirtió en la primera capital europea en hacer eco de una resolución del Parlamento Europeo que censura recientemente al régimen chino por sus crímenes sobre la sustracción forzada de órganos.
El Parlamento Provincial de Viena “condena la sustracción de órganos sistemática y permitida por el estado de prisioneros en la República Popular de China”, dice la resolución, la cual fue aprobada por unanimidad el 7 de abril.
El régimen chino ha llevado a cabo la sustracción de órganos “sin consentimiento y afecta a un gran número de practicantes de Falun Gong y miembros de minorías políticas, religiosas y étnicas perseguidas”, continuó la resolución.
La resolución también pidió al gobierno federal austriaco para que vea que “el abuso en los trasplantes de órganos en China es públicamente discutido y condenado”; con el fin de que se establezca una comisión internacional para investigar la actividad sobre la sustracción de órganos del régimen chino; y para que la comunidad internacional exija la liberación inmediata de los pacíficos presos políticos.
El Parlamento Europeo emitió una resolución similar el 11 de diciembre de 2013.
“Las decisiones del Parlamento Europeo sobre la donación de órganos y el comercio de órganos son en gran parte desconocidas no sólo en la población, sino también en los círculos políticos”, dijo a La Gran Época, Faika El-Nagashi, portavoz de derechos humanos del Partido Verde de Viena. “Es por eso que dijimos: Por favor hay que actuar”.
El-Nagashi dijo que la resolución, que fue presentada por el Partido Verde, el Partido del Pueblo Austríaco y el Partido Socialdemócrata de Austria, tomaron medio año para prepararla y fue intencionalmente redactada para que todos los partidos pudieran apoyarla.
Agregó que la resolución de Viena podría inspirar al gobierno federal austriaco, el cual está a punto de celebrar nuevas elecciones, para que condene los crímenes de órganos del régimen chino en su agenda.
“Si nos aferramos a esto en el momento adecuado, podemos dar un paso adelante”, dijo El-Nagashi. “Creo que hemos hecho esto en Viena, hemos dado un paso adelante importante”.
Las denuncias de que el Partido Comunista Chino estaba sustrayendo órganos de practicantes de Falun Gong, una disciplina espiritual tradicional china que ha sido blanco de una brutal campaña de persecución desde 1999, surgió en 2006.
David Kilgour, ex miembro del parlamento canadiense, y David Matas, un abogado canadiense de derechos humanos, encontraron que las acusaciones eran precisas después de realizar una investigación independiente. Su conclusión ha sido continuamente rechazada por el régimen chino.
Kilgour y Matas publicaron sus hallazgos en un informe de 2006, “Cosecha sangrienta: el asesinato de los practicantes de Falun Gong por sus órganos”. En 2014, el periodista de investigación estadounidense Ethan Gutmann publicó sus propios hallazgos en el libro “El Matadero: asesinatos en masa, sustracción de órganos y la solución secreta de China a su problema con los disidentes”.
Kilgour, Matas y Gutmann publicaron una actualización de sus respectivos trabajos sobre la sustracción forzada de órganos en China en 2016. El último informe estima que el régimen chino realizó entre 60.000 y 100.000 trasplantes de órganos anualmente entre 2000 y 2015 y que los órganos extraídos de prisioneros de conciencia son de practicantes de Falun Gong, uigures, tibetanos y cristianos los cuales forman la mayor parte de estos trasplantes.
Documentales sobre la sustracción de órganos han ganado numerosos elogios y premios. El más notable, la película “Sustracción de Órganos: el comercio de órganos ilegal en China” en el 2014 ganó un Peabody, el premio más prestigioso para medios de difusión y medios electrónicos.
Anastasia Lin, la Miss Mundo Canadá, dirigió su campaña de concurso de belleza sobre la plataforma de derechos humanos y expuso la sustracción de órganos en China.
En los últimos años, el Congreso de Estados Unidos, el Parlamento Europeo, el Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura, la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos y otros organismos internacionales han condenado al régimen chino por la sustracción de órganos.
Fuente: La Gran Época